Capítulo #O6
-¿No te parece raro
que el amigo de Pete se interesara tanto por nuestra relación con los
Gallagher?- Le pregunté a mi hermana mientras veíamos las fotos polaroid que
habíamos tomado.
-Más que NUESTRA
relación, pienso que quería saber TU RELACIÓN con ellos o más bien con Liam...
-No seas absurda,
imagino que nos cuestionaba porque se nota que no le agradan.
-Casi lo insulto
cuando se burló de la banda de Liam- dijo Sofía y al mirarla, noté que hablaba
en serio.
-¿Por qué no
hablaste con él? Digo... es evidente que aún lo estimas y que lo has extrañado,
no tienes porqué reprimirte, ¿sabes?...- Sofía se quedó pensando unos instantes
en lo que le había dicho, al mismo tiempo que tomaba una de las fotografías.
-¿No te parece raro
que no tengamos ninguna foto de los cuatro juntos?- preguntó de pronto. Yo la
miré con extrañeza pero tenía razón, no teníamos fotos con los Gallagher.
-Nunca nos
preocupamos por las memorias, vivíamos tanto el momento que jamás pensamos en
crecer...
-Concuerdo
totalmente contigo. Me emociona que mañana vayamos al partido con Paul, me dio
mucho gusto verlo.
-Ojalá podamos ir a
casa de su madre...
-Ya veremos...- dijo
ella riendo.
Al día siguiente y cuando
la tarde cayó, comenzamos a alistarnos para el juego del City; como siempre,
usamos nuestras playeras, llevamos nuestras banderas y bajamos para charlar un
rato con nuestros padres; ellos recordando lo fanáticas y problemáticas que
solíamos ser, nos advirtieron que si nos metíamos en problemas, ellos no
meterían las manos al fuego por nosotras.
Reímos al ver la
desconfianza que nos tenía papá, más que mamá, pues llevábamos años de no
meternos en ningún lío y, si sucedía algo, nos las sabríamos apañar, como la
situación de la noche anterior.
Pronto Sofía recibió
el mensaje de Paul donde decía que ya esperaba afuera de la casa, nos
despedimos de nuestros padres y salimos emocionadas; Paul al vernos comenzó a
reírse y en su mirada se notaba una nostalgia tremenda.
-Ahora sí son las
Padmore que recuerdo- dijo al vernos en ese modo de aficionadas totales.
Nos saludamos y él
también llevaba su playera del City, caminamos un poco hasta la avenida que se
encontraba al terminar el vecindario y abordamos un taxi para que nos llevara
hasta el estadio. Íbamos emocionados, principalmente por ir juntos y revivir en
cierta medida, esa relación que teníamos cuando éramos más jóvenes.
Nos mostró su
boleto, le mostramos los nuestros y coincidían favorablemente en la secuencia.
Al llegar al estadio
le di su boleto a Sofía, entramos y vaya que extrañábamos ese ambiente
futbolero; tomamos nuestros asientos y sólo tuvimos que esperar unos minutos
para que el partido diera inicio.
Una vez iniciado el
partido nos levantamos y comenzamos a corear las porras, el partido desde sus
primeros instantes ya pintaba para ser legendario, pues la justa era contra el
mismísimo Manchester United. El acérrimo rival de nuestro equipo, el Manchester
City.
La primera ronda de
cervezas corrió por cuenta de Paul, quien estaba evidentemente feliz de estar
con nosotras; de nuestra hilera éramos los más apasionados con el partido.
El primer tiempo ya
estaba bastante avanzado cuando sentí una mano apretar mi brazo: era Richard
Ashcroft. Mi rostro no pudo ocultar la sorpresa de tenerlo ahí a un lado mío,
con una sonrisa amable.
-Hola-Saludó. Le sonreí
como pude y sin parecer grosera.
-Hola... ¿qué
haces... aquí?- fue lo primero que pude decir.
-Lo mismo que tú ¿no
te parece?- respondió señalando su playera.
-¿Apoyas al City?
Wow...
-Bueno, sólo por
hoy... hice una apuesta con Damon.
-¿Damon? Ah sí el
cara de... sí ya sé quién...- hice una mueca rara al estar a punto de regarla. -Pues,
suerte con eso... creo que pudo haber sido peor.
-¿A qué te
refieres?- preguntó Bastante entretenido
-Ya sabes, eso de
fingir irle a un equipo y encima usar su camiseta...-Él comenzó a reír y fue
entonces que Paul y Sofía lo notaron. Ambos dedicándole una enorme cara de
pocos amigos y él al notarlo se acercó cautelosamente a mi hermana, la observó
unos segundos y después le habló.
-Es un gran juego
¿No crees?- preguntó. Sofía, molesta por el hecho de tenerlo cerca a sabiendas
de su desagrado por Liam se limitó a sonreír y asentir. Posteriormente la
mirada de Paul y la de Richard se cruzaron y se dedicaron una suerte de saludo
levantando sus rostros. Ahí confirmé que no se agradaban nada.
Ahora me sentía en
un predicamento.
Pese a que Richard
ya no dijo más al notar que nosotros estábamos más metidos en el partido que en
su presencia, no se movió de mi lado, Sofía me hico gestos como preguntando qué
se traía el sujeto, a lo que sólo pude responder encogiéndome de hombros.
Estábamos tan
entretenidos que nunca supusimos que éramos observados.
Narrador omnisciente:
-Liam… ¿Estoy viendo
bien?- preguntó Noel dirigiendo su mirada hacia un punto en particular.
-¿Ver qué, idiota?-
contestó Liam un poco irritado.
-Ahí… ¿Es Paul?
¿Está con quiénes creo que está?- continuaba sin apartar la vista.
Liam volteó un poco
irritado al ser interrumpido por su hermano durante el partido, pero después de
mirar hacia donde Noel le pedía, tampoco tuvo ojos para otra cosa más.
-¡Son Sofía y
Frida!- ambos se miraron y volvieron la vista hacia Paul y las Padmore quienes
continuaban a las grandes pláticas. –Espera... ¿ese es el odioso de Ashcroft?
-¿Quién?
-Un jodido engreído
de una banda cagona llamada “The verve”, creen ser lo suficientemente buenos
como para autoproclamarse nuestra más peligrosa competencia. Después están los
imbéciles de Blur.
-¿Los conoces? Yo
los vi tocar en Sheffield y me parecieron una absoluta mierda, además que el
vocalista no es más que un imbécil que cree tener personalidad.- respondió Noel
con bastante molestia.
-Creo que es la
primera vez que estoy de acuerdo contigo. ¿Cómo demonios se conocerán?- preguntó
Liam, mirándolos de nuevo.
-Ni idea... ¿vendrán
juntos?- preguntó Noel, Liam de pronto se quedó serio.
-Da igual, no
tendría por qué importarme.
-No puedo
creerlo...-escuchó a Noel decir, Liam volteó a verlo y notó que su hermano aún
veía a las hermanas, pero dedujo que su mirada estaba clavada en una: Sofía.
-No parecen ellas
¿cierto?- preguntó Liam aún con un semblante un poco desencajado.
-No y no creí que
volvería verlas bajo estas circunstancias. Sofía...-seguía mirándola de una
forma idílica.
-¿Qué?
-...
-Sofía qué...
-Nada, no importa-
respondió Noel y para dedicarle una última mirada, deseando que ella dirigiera
su mirada hacia él.
Frida:
El medio tiempo
había iniciado y los tres aprovechamos para visitar los sanitarios, abandonando
a Richard con la vaga ilusión de que al volver, él ya no estuviera ahí. Fuimos
por unas cervezas más y volvimos a nuestros asientos para continuar disfrutando
de un clásico del fútbol, pero para nuestra mala suerte, Ashcroft seguía ahí.
Para cuando el
árbitro dio el silbatazo inicial, todos los ahí reunidos supimos que las cosas
se complicarían, pues los ánimos entre los hinchas del Man. U. Y los del City,
estaban ya bastante tensas a causa del empate a uno.
Los aficionados de
cada porra comenzaban ya a lanzar cosas al campo, el árbitro tuvo que detener
el juego en un par de ocasiones no habiendo llevados ni quince minutos del
segundo tiempo.
-Si el árbitro no
pone orden esto terminará en caos- nos dijo Paul un poco preocupado.
-¿A qué te refieres
con caos?- preguntó mi hermana.
-Habrá disturbios… e
inevitablemente pelea. Créanme, yo sé de esto.- Y vaya que lo sabía, Paul, Noel
y Liam habían sido unos hooligans por excelencia durante mucho tiempo de su
adolescencia.
-Esta mierda no
tarda en salirse de control- dijo Noel a Liam quien percibía lo mismo.
-¿Deberíamos irnos?
-Espera…- pronto los
hinchas del United comenzaron a lanzar cosas más dirigidas a los jugadores del
equipo contrario, hasta que rompieron el límite y se metieron a la cancha,
iniciando así el caos.
-Olviden esta
mierda, vámonos- nos dijo Paul caminando detrás de nosotras, pues ambas porras
estaban por encontrarse.
-Mierda- dijimos
Sofía y yo y comenzamos a correr junto a Paul. Richard también comenzó a
correr.
-Sé por dónde no
pasarán- dijo, me tomó de la mano y esperó el momento para correr; la inercia
me hizo tomar de la mano a Sofía y ella tomó a Paul.
Corrimos hacia el
lado contrario en que pretendían hacerlo ambas porras, nos ocultamos debajo de
unos escalones, Richard se asomaba y aún me tomaba de la mano, yo me sentía
incómoda y Sofía no ocultaba su asombro, mucho menos Paul.
-Jamás podremos
salir de aquí- dijo mi hermana.
-Mierda- se quejó
Richard –El imbécil de Pete está en líos- después nos miró –Lo mejor será que
se queden aquí sólo unos instantes más, en cuanto vean la mínima oportunidad,
corran.
-No me parece una
buena idea- dijo Sofía
-Pueden esperarme y
las ayudo...
-No es necesario-
respondió Paul con plena seriedad y desagrado. –Yo puedo guiarlas, conozco bien
estos ambientes, no nos haces falta.- Ambos se miraban con fastidio, Sofía
desvió la mirada para no sentirse tan incómoda y yo sólo bajé el rostro.
Entonces Richard se
dirigió a mí.
-Sólo tengan
cuidado- su mirada se clavó tanto en la mía que no pude evitar sentir un poco
de compasión por su intento de auxilio.
-Lo tendremos.
Gracias- respondí, él me dedicó una sonrisa conmovida y yo apenas esbocé una en
mi rostro. Se levantó y se fue corriendo.
-¿Qué fue todo eso?-
preguntó Sofía.
-No tengo idea, pero
fue muy raro y un poco incómodo.
-Olvídalo, ese chico
es una pérdida de tiempo- dijo Paul mirándome aún con un rostro serio, yo le
dediqué una mueca de confusión.
Pronto nos
levantamos y comenzamos a caminar por ese lado del estadio, se podían escuchar
gritos, insultos, golpes y cosas golpeándose contra el suelo.
Lo malo comenzó
cuando una horda de aficionados del United se aproximaba en nuestra dirección.
-Maldita sea-
expresó Paul
-¿Y ahora qué
hacemos?- pregunté
-Lo mejor será separarnos,
conozco a algunos de esos sujetos y no me gustaría que por mí les hicieran daño
a ustedes. Estoy a buen tiempo de correr hacia la entrada principal...
-¡Pero te verán!- se
angustió Sofía
-No, me esconderé
tras esa caseta- señaló –ellos irán hacia el otro lado del estadio, siempre
hacen ese recorrido. En cinco minutos nos encontramos en la entrada
principal...
-¿Cómo que en cinco
minutos?
-Es un tiempo
aproximado de espera en caso de que alguno llegue antes. Ahora corran...
-¡Pero!
-¡Corran!- Sofía me
tomó de la mano y corrimos hacia la primera planta del camino a las gradas, así
ellos pasarían por abajo y pasaríamos desapercibidas y, sería hasta la segunda
rampa que bajaríamos de nuevo a primera planta para correr.
Sofía y yo
intentábamos movernos tan rápido como nos permitieran nuestras piernas,
volvimos a bajar, pero no contábamos que cinco tipos del United estaban cerca.
Todo sucedió tan lento: nos quedamos estáticas en cuanto los vimos, intentamos
retroceder con cautela, pero ellos se dieron cuenta, entonces nos percatamos de
que dos de esos tipos, eran los mismos que una noche anterior habían tratado de
hacernos daño.
Nos reconocieron y
ahora envalentonados gracias a ser mayoría, comenzaron a seguirnos. Mi hermana
y yo volvimos a subir con mucha destreza, la ventaja era que ellos iban más
ebrios que nosotras, afortunadamente los aventajábamos pero teníamos que buscar
de inmediato una manera de perderlos completamente de vista.
-Carajo, carajo,
carajo...-decía Sofía, ambas estábamos angustiadas y comenzábamos a sentir que
el cansancio nos ganaba, cuando de pronto, una mano salió de ningún lugar
tomando a Sofía, me detuve abruptamente y pronto esa misma mano me tomó a mí.
Habíamos pasado drásticamente de estar corriendo por los pasillos a estar
ocultas en un oscuro túnel que conducía hacia las gradas.
En él había dos
grandes columnas y sin darnos cuenta de cómo, ya estábamos ocultas detrás de
una. Ambas intentábamos recuperar la respiración pues todo nos había agitado,
hasta que por fin levantamos la vista y pudimos ver a un tipo rubio con la
playera del United; Sofía en una reacción por la adrenalina del momento, estuvo
a punto de gritar, sin embargo el chico se apresuró acercándose a ella y tapó
la boca de mi hermana con su mano, teniendo una proximidad considerable.
Entonces fue que
reconocí a Damon, el amigo de Richard y Pete.
-Shhh... shh... no
grites, nos podrían escuchar- Clavó su mirada en Sofía y ella tenía los ojos
tan abiertos como abanicos. Asintió e intentó tranquilizarse.
Escuchamos a los
tipos pasar de largo y Damon soltó poco a poco a mi hermana y después nos
dejamos caer en el suelo. Él pronto se sentó junto a nosotras.
-Lamento haber
actuado de esa manera, no pretendo hacerles daño, sé que esos sujetos están
locos.- Le dijo a Sofía.
-Gracias...-sólo
pudo decir.
-Y dime...-dije aún
con la respiración agitada -¿Cómo es que un rojo termina ayudando a dos
azules?- quise saber.
-Porque yo no estoy
loco... y no podría hacerles dañó- Miró hacia el suelo y después miró
tímidamente a Sofía.
-Eres el único
hincha rojo que parece ser civilizado, no como ese montón de simios- respondió
Sofía.
-Los azules no se
quedan atrás...
-Tienes razón- ambos
se miraron y Sofía parecía haber descubierto algo en ese tipo.
-Deberíamos llamar a
Paul- rompí el silencio.
-¿A quién?- preguntó
él
-A un amigo nuestro,
debe estar esperándonos.- le dijo Sofía.
-¿En dónde se
encontrarán?
-En la entrada
principal- respondí levantándome y marcando el número de Paul, sin embargo éste
no contestaba. –Rayos... ¿y si le pasó algo?
-Puedo acompañarlas
hasta allá, así si algunos rojos nos ven caminando juntos, tal vez pueda
hacerlos entrar en razón...- Sofía y yo lo miramos con cierto gesto, de pronto
ella se levantó y dio el primer gancho al hígado.
-Pero vamos, no
querrás venir a hacerte el príncipe azul y gran salvador de los débiles. Déjame
decirte que también sabemos patear culos- le dijo y él se levantó totalmente
desconcertado.
-¿Y por eso
corrían?-quiso retarla.
-Mira... gracias,
pero no seas pretencioso. Será mejor que vayamos por Paul.-Mi hermana comenzó a
caminar y Damon la detuvo.
-Ok lo siento, fui
un imbécil. Pero por favor permíteme acompañarlas, sólo quiero asegurarme de
que estarás... estarán bien.- Él tomaba a Sofía del brazo y ella clavó su
mirada en él.
-Está bien, puedes
ir- yo puse los ojos en blanco porque el tipo tenía algo que no me gustaba.
Salimos del túnel y
comenzamos a caminar hasta la salida del estadio, llamé de nueva cuenta a Paul
y al fin pudo contestarme; le dije que ya casi llegábamos y que después le
contaría lo sucedido. Al colgar Sofía me preguntó si se encontraba bien y le
dije que sí.
Al aproximarnos al
sitio donde se encontraba Paul, Damon expresó un gesto de confusión.
-¿Lo conocen?-
preguntó
-Sí, ¿por qué?-
preguntó Sofía
-Es uno de los
Gallagher ¿no es así?- preguntó él con un poco de desagrado.
-Sí, es nuestro
amigo- enfaticé
-Qué pequeño es el
mundo- contestó y no dijo más.
Al llegar con Paul
la tensión se hizo presente, era un ambiente totalmente similar al que se
creaba cuando Richard y Paul estaban cerca el uno del otro, así que pronto
capté que el “Team Pete” era anti-Gallagher y viceversa.
-¿Está todo bien?-
preguntó sin quitarle la vista de encima a Damon.
-Sí, todo está bien-
respondió Sofía.
-Y...-Paul esperaba
que dijéramos algo al respecto.
-Damon nos ayudó a
huir de unos tipos...-respondió Sofía un poco cohibida.
-Tuvieron suerte-
dijo Paul.
Seguíamos ahí sin
movernos porque no sabíamos cómo despedirnos de Damon sin que se sintiera tan
cruelmente desplazado, especialmente Sofía era quien se debatía.
Awwwww Damon bebé en buen pedo ayudándolas y estas morras bien mamonas... Yo hubiera aprovechado el túnel oscuro para mostrar mis habilidades de pulpo al cara de duende 😂😂😂😂😂. Amé a Paul cuando dijo "olviden esta mierda" JAJAJAJAJAJAJAJA y los hermanitos cagándose al ver a las hermanas cretinas 😂😂😂😂😂 tal para cuál jajajajaja.
ResponderBorrarPd. Ya me caga Richard