Capítulo #2O



Sofía:

Era ya la mañana de ese viernes que llamaremos “pendiente”; al despertar pasé de sentir paz a recordar la última charla con mi hermana: Su conflicto entre Liam y Richard y la misma situación que yo tenía.

-“Sofía, sofía, podrás tener un Master en lenguas extranjeras, pero no resolviendo tus líos emocionales.”- Pensé. Incluso llegó a mi mente la idea de irme a otro lado, pero era demasiado drástica la decisión por algo que tenía solución.

Recordé que había acordado pasar a la casa de Jane por las cosas que James quería darme, así que me apresuré a arreglarme para la visita.
Esa mañana ya anunciaba que mi viernes entero sería como estar en una batalla campal contra mi propio destino, teniendo un final inesperadamente épico.
Frida y yo desayunamos en casa con nuestros padres y desde que bajé pude percatarme de que los cuatro mantenían una conversación seria sobre el deseo de Frida por independizarse; nuestros padres le dijeron que no tenía necesidad de irse de casa, pues ellos no tenían ningún inconveniente, ella respondió que quería intentarlo por un tiempo, como cuando estaba en Cambridge, pero ahora siendo ella responsable de sus propios gastos.
Mi madre parecía más abierta que nuestro padre, quien era más aprehensivo, pero ambos le dijeron que la apoyarían si era eso lo que ella quería realmente. Yo me sentía extraña, tenía el tonto sentimiento de que ella estaba harta de todos, empezando por mí y que quería un poco de paz estando a solas.
Decidí comer en silencio mientras ellos continuaban con la plática, estaba pensando que no estaba lista para alejarme de mi hermana nuevamente y pensarlo me afligía demasiado. La charla cambió y pude notar que Frida me miraba con atención y después desvió la vista, parecía querer decirme algo, pero mi madre le pidió que saliera con ella a comprar algunas cosas para restaurar el cuarto que era usado por Connie, pues lo haría una especie de mini casa para los huéspedes.

-¿Tendremos visita?- hasta entonces intervine
-Sí, vendrán a visitarnos sus tías...
-¿Qué tías?
-Sofía y María- respondió mi padre –Han vuelto de América pues fueron invitadas al evento que harían por la restauración de la rotonda dedicada a Lennon que se encuentra en el Central Park. Fueron invitadas especialmente por Julian Lennon, quien tuvo principalmente la iniciativa y como son buenos conocidos...
-Oh, es cierto...
-¿Y vendrán solas?
-Sí. Así que no hagan planes para el fin de semana, quizá ellas quieran convivir con ustedes.
-De acuerdo. Aprovecharé este día para hacer lo que tengo que hacer- dije levantándome y lavando mis trastes. Después de asearme y retocarme salí con rumbo a casa de Jane en mi pequeña motocicleta, iba sintiéndome nerviosa por estar frente a James otra vez.

Llegué a casa de Jane estacionando mi moto cerca de su puerta, le puse seguro y toqué. Escuché me abrieron y era la ama de llaves, olvidaba que a su familia le encantaba tener “servidumbre” porque tenían un concepto raro sobre ellos mismos.
Al entrar sus padres me saludaron con bastante entusiasmo y parecía que irían a jugar golf; preguntaron por mi familia, me hablaron de Connie y después de otros asuntos. Me acompañaron un rato en la sala hasta que tuvieron que irse, me dijeron que podía ir a la mesa del patio para relajarme y su ama de llaves me sirvió un poco de té helado.
Me encontraba hundida en mis extraños pensamientos cuando escuché que a puerta se abrió, me giré y Jane y James estaban ahí. Me levanté y Jane vino hasta a mí dándome un beso y un abrazo disculpándose en mi oído de nueva cuenta. James por su parte, esperó siempre muy reservado y mostraba cierta seriedad.
Nos saludamos estrechando nuestras manos y sonrojados, él sonrió cuando yo lo hice y me preguntó qué tal iba todo, con esa dulce y serena voz.

-Espero no haberte molestado
-No, no te preocupes...
-Creo que necesito ir por...-dijo Jane dejándonos a solas, fingiendo que veía algo en su celular y debí suponer que haría algo similar.
-Jane me dijo que irás a Liverpool...
-Sí, iré junto a mi padre, él se encontrará allá con algunas personas para cerrar el trato que hizo con tu tía Sofía sobre la inmobiliaria que iniciarán allá.
-Ah cierto, mi padre me dijo que ella había vuelto de América...
-Saldré en un par de horas, también estará por allá tu otra tía...
-Lo sé. Suerte con eso...
-Gracias. Por cierto- dijo tomando una caja de tamaño mediano. –Olvidaste estas cosas en Oxford, creo que algunas eran de tu uso cotidiano, pero imagino que debido a lo que ocurrió con Connie, no tuviste cabeza para ningún asunto más.
-Estás en lo cierto. Muchas gracias, bastantes de estas cosas las había olvidado por completo- comenté mientras veía dentro de la caja.
-Me alegra que no lo tomaras a mal... ya sabes...
-No, sé que esas conductas no son propias de ti y que en efecto, muchas de estas cosas me son útiles. Agradezco más bien que tenga este detalle.
-Es un placer Sofi- respondió con una sonrisa un poco enternecida por el momento.
-Bien... debo irme, agradezco mucho que me devolvieras estas cosas. Me da gusto verte bien...
-Lo mismo digo, me alegra saber que todo va bien y verte tranquila. Me habría gustado ver a Frida, espero que aún me recuerde...
-Claro que lo hace y ten por seguro que te aprecia demasiado.
-Bien...
-Nos vemos James
-Adiós Sofía- estrechamos manos de nuevo y teniendo un pequeño momento mientras nos mirábamos, pero la caja estuvo a punto de caer de mis manos.
-¡Ouch!
-Creo que necesitas ayuda, permíteme- dijo tomando la caja.

Al caminar hacia la salida le comenté que iba en moto y se detuvo a conseguir un lazo para ayudarme a atar mis cosas, pues después del golpe que le había dado Jane a mi moto, la pequeña cajuela se había desprendido y aún no compraba otra.

-Listo, no tendrás más problemas- dijo moviendo un poco la caja sólo para cerciorarnos de que estaba bien sujeta.
-Gracias, no se me habría ocurrido. Nos vemos James, suerte con tu viaje.
-Hasta luego Sofi, cuídate- rompí la distancia con un abrazo que él correspondió con timidez. Nos sonreímos y después partí.

Al llegar a casa y acomodar la caja en mi habitación, la observé unos segundos recordando la mirada de James y suspiré profundamente, pues había sido difícil, pero como él era un caballero, había ayudado mucho su actitud para que fuera llevadero para ambos.
Cuando acomodaba algunas de las cosas, escuché que alguien llamó a la puerta, grité indicando que podían pasar y al abrirse la puerta pude ver a Frida.

-Pasa- le dije sintiéndome rara al recordar la petición que le había dado a nuestros padres.
-¿Cómo salió todo con James?
-Mejor de lo que esperaba, él te mencionó, dice que espera que lo recuerdes...- ella sonrió.
-Cómo no hacerlo, es un buen tipo- se sentó en mi cama y husmeó un poco en la caja. –Al parecer tuvo el extremo cuidado de conservarlas...
-Sí, todo está prácticamente intacto.
-Creo que es más fácil que tú las rompas
-Concuerdo contigo- reímos.
-Quiero hablar sobre algo importante contigo y esta vez no es sobre chicos- dijo seria.
-Te escucho- me acerqué hasta la cama.
-Es sobre la charla que mantuve en la mañana con mis padres...
-Ah, eso sobre irte de casa...
-Sí, aunque lo dices de una manera en la que me haces sentir como una abandonadora...
-Lo siento es sólo que me hace sentir un poco rara.- comenté cabizbaja
-La cuestión es... que quisiera saber si estás en la misma disposición...
-¿Cómo?
-Si pensabas que te desharías de mí tan fácilmente, estás muy equivocada... –Yo seguía confundida
-No entiendo...
-Encontré un lugar, como una unidad departamental bastante pequeña, muy privada y bonita que es nueva, ahí están en renta un par de departamentos a muy buen precio, están en el mismo piso del mismo edificio y lo que quiero saber...
-¿Sí?
-Es si te gustaría rentar uno de los dos departamentos y ser mi vecina...- Yo sonreí ampliamente, pues no creí que mi hermana pensara en las dos al momento de ver esos lugares.
-¿En serio quieres ser mi vecina? Creí que querías descansar de nosotros.-
-Creo que es algo que siempre quise hacer. Te gustará la zona y los edificios, tienen un estilo artístico muy bonito, deberías ir a verlos.
-Deberíamos ir ¿Ya has entrado?
-Sí, fui hace un rato con mis padres, los tres vimos los interiores y parecen convencidos, les comenté mi idea de invitarte y parecían más tranquilos con la idea, además les agrada saber que aún queremos pasar el tiempo juntas.
-Entonces...
-Creo que podemos mudarnos en cualquier momento. Sólo que dijeron que nos ayudarían a comprar algunos muebles, pues no querían ver vacías nuestras habitaciones.
-Me parece un gasto infructuoso...
-Ya veremos qué hacer, es lo único que quería decirte.
-Gracias, lo valoro mucho Frida.

El resto de la tarde cada una se dedicó a sus actividades y ahora me sentía más tranquila con respecto a mi hermana.
Noel me llamó para decirme que nuestra cita de ese día tendría que posponerse, pues había ocurrido un percance con Peggy, me dijo que no era nada grave y que quizás pasarían aquella noche en el hospital sólo para asegurarse de que la señora Gallagher estuviera bien.
Le dije que no habría ningún problema y que atendiera bien a su madre, al parecer los tres estarían turnándose para cuidarla.
Frida por su parte parecía que estaba lista para salir, ya era la tarde noche y ella se estaba arreglando, como no quise llevarme un mal sabor de boca, preferí no preguntar a dónde iría, me limité a pedirle que se cuidara.
Mis padres me invitaron a pasar un rato con ellos en el jardín y me mostraron cómo había quedado la casa para huéspedes y habían hecho un excelente trabajo; recordé entonces la visita que tendríamos que creí que tal vez me sería de mucha ayuda.

Para las nueve de la noche decidí salir a dar un paseo, me sentía un poco ansiosa y las caminatas me ayudaban mucho y además el clima era agradable. No contaba con encontrarme con Damon en el parque.

-Hola tú...- se acercó y al verlo sonreí.
-Damon ¿Qué haces por aquí?
-Iba de paso, estaba por encontrarme con Richard en el Abbey Road bar, él tocará, creo que se animó a invitar a tu hermana...
-Debí imaginarlo- dije con mala gana.
-Ya te dije que no es tan malo. ¿Tú a dónde vas?
-Sólo salí a caminar, me sentí un poco ansiosa...
-Entonces lo mejor será que estés acompañada
-Creí que irías a...
-Puede esperar ¿Caminamos?- él me cedió su brazo y me tomé de él.

Caminamos por todo el parque que no era pequeño, hablábamos de distintas cosas como la anulación del “Brexit”, el discurso que la reina había dado en la noche de navidad y su absurda ironía con respecto a erradicar la pobreza mientras ella vestía de gala y era rodeada por oro y joyas.
Ambos nos oponíamos a la monarquía y sentíamos desagrado por ella y su descendencia, incluso nos pusimos un poco críticos con todas las figuras públicas que les lamían las botas asistiendo a sus nombramientos y eventos sociales tan ostentosos; uno de ellos fue Paul McCartney.

-Lo amo, pero es un tapete real- él rió fuerte
-No sabía que te gustaba Paul, imagino que cuando era joven ¿no?
-...
-¡Es un anciano! Podría ser tu abuelo...
-Tú qué sabes del amor- respondí fingiendo indignación.
-Estás un poco loca, Padmore
-Y tú eres un ejemplo a seguir ¿No Albarn?- ambos seguíamos riendo.
-¿Te gustaría ir por un café?
-Me encantaría- él volvió a sonreír y tomamos rumbo a una zona bastante adecuada para que un par de jóvenes tomaran un café a las diez de la noche.

Noel:


-...Y no puedes subir a la habitación con alimentos o bebidas, para eso puedes bajar e ir a la cafetería o ir a comprar algo y tomarlo afuera, sólo debes informarles a los de seguridad.
-Ya sé, Paul me ha dicho lo mismo, no hace falta que lo repitas...
-No dejes sola a mi madre y si tienes que hacerlo, que no sea por mucho tiempo...
-No...
-Tampoco hagas idioteces...
-¡Con una mierda, que no!- me gritó Liam bastante enojado por tener que pasar la noche en el hospital durmiendo en un incómodo y viejo sillón.
-Fue tu culpa no venir más temprano...
-Lo que digas...
-Hazlo por mamá...
-Noel deja de comportarte como una jodida abuela. No me molesta cuidar de nuestra madre, me molesta tenerte enfrente de mí diciendo cuánta mierda puedes. Lo haré bien y ya.
-Más te vale
-¿Y Paul?
-¿Olvidas que llevó a la tía a Londres?
-¿Cuándo llegará?
-Mañana vuelve, espero que mamá ya esté en casa...
-Yo también.
-Me voy, recuerda lo que te dije
-Sí Noelia, sí. Ya lárgate...- estaba por insultarlo pero discutir con Liam era una total pérdida de tiempo.

Afortunadamente pudimos pagar la noche del hospital gracias al dinero que recibí por la liquidación que me dieron en la administración de los Inspiral Carpets. Me las ingenié para conseguir un trabajo de medio tiempo en un almacén de herramientas, Liam también trabajaría ahí sólo que ordenando paquetes. Yo sólo tenía que recibirlos.
Me sentía de nueva cuenta como un mediocre que había vuelto a un lugar del que intentaba huir cada vez que tenía oportunidad; amaba Manchester, pero supongo que odiaba ese estilo de vida.
Liam también se sentía enfadado por tener que realizar esos trabajos, pero ninguno quiso estudiar para conseguir algo mejor y además a ambos se nos había metido la idea de hacer crecer a la banda. Como el estrés y nuevamente esa ansiedad que siempre me consumía estaban por acabar conmigo, decidí olvidarme del asunto, aunque sintiéndome aún un poco mal.
Esa noche ya pintaba mal a sabiendas de que mi madre estaba en el hospital, pensando en la horrible idea de que le sucediera algo irremediable y con el miedo en mente y en el corazón comencé a pensar algunas palabras, que fueron trayendo otras hasta que noté que estaba creando una canción. Lo único que podía pensar en ese momento era que no quería perder a mi madre, que quería pasar más tiempo con ella y lo cobarde que me sentía ante la idea de ver a mi madre poniéndose mal.

-“No te vayas”- Pensé.

Y si esa noche no tenía suficiente para sentirme como un perdedor, me llevé la sorpresa más desagradable: caminaba por una de esas zonas pretenciosas donde había distintos comercios y en un café nuevo y caro que estaba en la esquina, pude ver a Sofía con Damon.
Ambos platicaban amenamente y no sólo me hacía arder el simple hecho de verlos juntos en un lugar así, sino el momento en que él la hizo reír a carcajadas; desde afuera se evidenciaba la cara de imbécil que tenía Damon al observarla frente a él y Sofía parecía bastante cómoda con su cercanía. Entonces recordé que esa tarde saldríamos y tuve una estúpida sensación de reemplazo; así que indignado volví a caminar.
Iba pensando en los peores insultos y sintiendo la mayor de las decepciones, pero recordé lo que Frida me había dicho: Damon era un partido difícil de ignorar. No podía contener mis sentimientos y decidí darme un tiempo sentándome en una de las bancas del parque que debía caminar para tomar un bus.
Mientras tanto pensaba en la urgencia que tenía de levantar el vuelo de la banda, ya que si bien teníamos algunas presentaciones ya agendadas, debíamos comenzar a crecer y extender el terreno. Además si las cosas salían mal con Sofía, podía largarme definitivamente.
Tomé el bus a casa y antes de llegar compré unas cervezas, las necesarias para pasar la noche, aprovecharía que estaría solo para relajarme e intentar poner las cosas en orden.
Una vez en la sala y tomando un cerveza, pensé que estaba siendo totalmente injusto en atribuirle a Sofía la responsabilidad de mi estado emocional y mi estadía en Manchester y, pese a estar enojado y frustrado, intenté ser justo y prudente.
Puse un poco de música y comenzaron los Stone Roses con “Love spread”, lo cual sólo alimentaba esos tristes sentimientos de aquella mala noche.

 




¡DRAMA! ¡DRA-MA! ... Se le juntaron los batos a Sofi jajajaja.
Lo que tanto temía Miss Roquet, ha sucedido, porque estas cosas deben de pasar jajajaja. Pese a lo que ha sucedido ocurrirán cosas inesperadas.
Vendrán nuevos personajes y más drama con ellos porque #DramaQueen ajaja.
El capítulo fue algo extenso pero creo que no podía quedarse a medias, sabes bien de eso, así que ojalá sea de tu agrado :3
Nos estamos leyendo Miss Doramas

Comentarios

  1. PUUUUUTA MAAAADRE... We... Pinche Sofía si la tuviera enfrente le diría: "Morra sé más cuidadosa" ¿Pero sabes algo? La neta ni madres... Que el niño con el pijama de rayas uniceja versión viejo se de cuenta que no puede ser tan ojete con Sofía ni perder tiempo con ella porque le comen el mandado. Al menos estuvo bien que no le echara la culpa a la morra de todo porque al final de cuentas... ¿Quién lo mandó a hacer tan pendejo? Nadie, él solito se metió autogol (la dama elegante que hace referencias finas con el fútbol).

    Me causó notalgia el encuentro entre ella y James #porquepreciosoelcabrón pero es genial que hayan terminado bien; respecto a Damon me encanta que ese cabrón no pierde tiempo pero tampoco presiona, creo que ahora soy #teamduende

    Y opino que Frida invite a Liam a su nuevo depa para que se den el merecido encerrón que les hace muuuuuuucha falta y que sería un bien para todos los demás para que dejen estar de mamones jajajajajaaja.

    Dale Miss F, estaré esperando gustosa otro cap y gracias por actualizar 👌🏽

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