Capítulo #O4


La visita duro sólo dos días, en los cuales convivimos con la familia de Connie y por fin solucionamos todo trámite con respecto a su deceso; por otra parte, nos dimos un breve momento para visitar a nuestros tíos Raymond y Catriona: dos dulces ancianitos que nos querían con el alma.
A nosotras nos gustaba visitarlos porque eran agradables, hogareños y porque la tía Catriona nos mostraba las fotos de las épocas doradas como los 50 y 60. En algunas de esas fotos aparecían nuestras dos tías más admirables: Sofía, hermana de mi padre, y María, hija de estos tíos en cuestión. Ambas con una historia envidiable que comenzaría en 1958 al conocer a los mismísimos Beatles.
Comimos esa tarde ahí y aunque nuestros tíos eran insistentes en que pasáramos la noche en su casa, nosotros debíamos regresar, pues nuestros padres tenían trabajo y nosotras teníamos que decidir cuánto tiempo estaríamos en Manchester. Los tíos nos dijeron que éramos bienvenidos siempre en la casa de los Monroe Pataky y al final nos dejaron ir.
Dos días después de nuestro regreso a Manchester descubrí que en una radiodifusora local que era prácticamente nueva, solicitaban personal para colaborar en su revista, la cual distribuirían por casi todos los suburbios de la ciudad.
-Deberíamos ir, suena interesante- le comenté a Sofía y ella leyó con detenimiento el panfleto.
-Ya te dije que no pienso echar raíces aquí...-contestó sin mirarme.
-Vamos, será temporal. Nada perdemos con ir a preguntar, además será divertido ir a clubes nocturnos y ver a las bandas del momento tocar... como la de Pete, no creo que sea gran cosa.- insistí.
-¿Y yo qué haría ahí?
-Pues al momento solicitan dos fotógrafas, podríamos hacerlo...
-No soy muy buena con eso...
-Pues lleva tu polaroid, algo nos podemos inventar. Será bueno tener un poco de dinero haciendo cosas divertidas ¿no?
-Frida... tus planes me han asustado siempre y lo sabes
 -Sólo vamos a preguntar...-ambas nos miramos por varios segundos hasta que aceptó.
-Está bien, pero si no me convence no insistas.
-Lo prometo.- Ambas salimos en nuestras motos y viajamos a la dirección que se leía, iba emocionada y esperanzada de que a Sofía le agradara la idea, de esa forma podríamos salir de nueva cuenta como solíamos hacerlo cuando éramos adolescentes.
Al llegar al sitio presentamos los panfletos, se nos dejó entrar y nos metieron a entrevista con un tipo que copiaba absolutamente el estilo de Kurt Cobain. Él hizo una mueca extraña al inicio, para después dirigirse casi la mayor parte del tiempo a mi hermana, quien había sido amada por la adolescencia y floreció tan favorablemente que era insoportablemente hermosa.
Yo era una especie de gnomo con nariz curiosa que tenía una suerte de atractivo un tanto extraño. Siempre lo decía, aunque mi hermana lo negara.
El sujeto nos comentó que lo que debíamos hacer era visitar los bares donde las bandas amateur del momento se estaban presentando y así retratar tanto el lugar, como el ambiente y a las mismas bandas.
Al no ver mayor ciencia en esa actividad Sofía y yo aceptamos, le comentamos que llevaríamos sólo una cámara profesional y otra polaroid para darle una esencia propia a la imagen de la revista; el tipo se tragó el cuento, nos hizo firmar un contrato mal redactado y salimos con un nuevo y entretenido empleo.
Desde ese mismo día comenzarían nuestras labores, lo cual significaba que tendríamos una noche bastante interesante.

Narrador omnisciente:

Sin embargo, las hermanas no eran las únicas en planear su noche en un bar de la ciudad pues en aquel Manchester, coincidentemente, los Gallagher también se preparaban para una salida nocturna, especialmente el menor de los hermanos.
Paul arreglaba la tubería del fregadero de la cocina, Peggy veía la tele mientras arreglaba los botones de una camisa de Noel; éste, lavaba la camioneta y Liam leía las letras de las canciones que debía memorizar para su próxima presentación. Después de aburrirse de su cuarto salió al patio delantero para fumar, llevando puestos sus audífonos para escuchar el ritmo de la canción, aunque en aquel entonces eran más los covers que interpretaban que sus composiciones, que no eran muchas.
Noel seguía en esas idas y vueltas del patio a la acera para llevar cubetas con agua, a veces entraba a casa para buscar trapos sucios y durante los paseos, miraba con cierta exasperación a Liam, quien parecía muy metido en su asunto; Noel quería saber cómo demonios había logrado convencer a unos tipos (quienes fueran) a hacer una banda con él. Sin embargo no sería la única situación que lo mantendría con los nervios al alba esa tarde, pues al buscar alguna playera vieja (suya o de Liam, daba igual) para secar algunas zonas de la camioneta, de un cajón brotaron de pronto muchos papeles.
La mayoría lucían viejos y contenían rayones sin sentido, incluso encontró algunos viejos apuntes escolares de Liam, leía y veía los garabatos y se burlaba de la torpeza del menor de sus hermanos, diversión que incrementó al encontrar uno de sus exámenes.
-Eres un idiota Liam- murmuraba divertido. Le echó un rápido vistazo a ese trozo de papel y leyó el nombre de la que también había sido su antigua preparatoria. Pensaba que los tiempos en su vida, por aquel entonces, eran difíciles, pero se alegraba al recordar, la esperanza con la que él y su familia vivían el día a día, y que parte de ese positivismo iba muy ligado con Sofía, su primer gran amor.
Pronto, detrás de aquel viejo examen encontró y sintiéndolo como una bofetada, la primera canción que escribió para Sofía: “Slide away”. Leyó la letra y recordó los acordes, la voz de Liam y el sentimiento tan profundo con el cual había escrito esa canción; se sentía como un imbécil al estar recordando constantemente esa etapa de su vida, pero sabía que el volver a Manchester, por un tiempo indefinido, conllevaba esa carga emocional.
Rió un poco al recordar el motivo por el cual Sofía se había molestado con él, cómo una noche visitó a Frida en su habitación y nuevamente, la preparatoria que tanto les marcó. Las Padmore con sus uniformes, su mal carácter, los insultos y las peleas; se preguntaba si ellas habían cambiado o seguían metiéndose en líos.
-Hijo, está lista tu cami…-Noel se sobresaltó y lanzó lejos la canción.
-¿Qué pasó, madre?
-¿Estás bien?
-Claro, me asustaste.
-¿Qué era eso?
-Una tonta carta sin importancia…
-¿Alguna chica que te inquieta?
-Mamá, ya estoy grande para ese tipo de preguntas ¿no crees?- intentó hacerse el desinteresado y claro que había una chica… ¡Y qué chica!
-Gracias por la camisa, te lo agradezco mucho- la tomó, la colgó en su closet, luego besó a su madre en la frente para salir de casa y darle la última pulida al auto. Liam seguía fumando pero ahora estaba sentado observando a la nada.
-¿No te cansas de holgazanear?- preguntó Noel al terminar con lo suyo
-Cállate imbécil
-Ven y cállame idiota. Quisiera ver al menos que lo intentaras.
-Sabes que no lo haré, en primera: porque tú me lo estás pidiendo. Ni de joda te voy a complacer; en segunda: mides como un metro con treinta y cualquiera que pase pensará que estoy golpeando a un mocoso… y tercera: estoy fumando, no pienso tirar un cigarrillo por ti, no vales la pena.-Al terminar Liam siguió fumando y volteó hacia cualquier lugar donde no estuviera Noel.
-¿Sigues molesto por lo que te dije?
-¿Qué cosa?
-La verdad
-¿Sobre qué?
-Sobre Frida- contestó Noel con toda intención de seguir molestando.
-¿No será que tú estás más molesto por no tener una banda?- se defendió Liam.
-Hablando de eso… ¿cómo rayos lo conseguiste?- Se acercaba Noel hasta Liam.
-Tengo más carisma que tú…
-En serio…
-Conocí a unos tipos en un trabajo mediocre, resulta que teníamos la misma pasión por la música y el fútbol y pensé: “Si nos hemos juntado para patear un jodido balón ¿Por qué no juntarnos para hacer música?” Al parecer los convencí a la primera.
-Pero si eres un imbécil…
-Y tú una patata y aún así te contrataron como roadi- Liam hizo un gesto irritable para Noel y éste seguía sin convencerse de que Liam en verdad quisiera meterse en el ambiente musical. -Mira, se dio fácil, los convencí de retomar la banda que habían iniciado. Resulta que tenían a un perdedor de nombre Chris Hutton como vocalista y no daba el ancho. De pronto aparecí yo con mi ingenio, buena facha y excelente voz…
-Sobre todo la facha…-interrumpió Noel
-Como sea hermanito, entré. Estos chicos, Guigsy, Bonehead y Daniel, son medio, ya sabes, tiesos, pero no lo hacen mal, si no me crees puedes vernos esta misma noche y convencerte por ti mismo.
-¿En dónde tocarán?
-El club Boardwalk, el primero donde tocamos.
-¿Y cómo se hacen llamar?
-The rain
-¿The rain?
-Sí…
-¿The rain? ¿Me estás jodiendo?- comenzó reírse y Liam estaba hartándose de las constantes burlas de su hermano, quien tendía a subestimarlo.
-¿De qué te ríes, lisiado?
-¿Cómo pretenden ser tomados en serio con ese patético nombre? no son una compañía de ballet Liam, pretenden ser una banda de Rock n’ roll. Si así se llaman, ya imagino su música.
-Te lo he dicho ya imbécil, ve esta noche y sienta tu maldito trasero frente al escenario. Te cagarás encima.- Liam apagó el cigarrillo que fumaba y entró a su casa.
-Oye, espera…-lo detuvo Noel
-¿Qué?
-¿Y lo de Frida?- preguntó con risitas
-Bah… supéralo Gallagher.- Liam fue a alistarse, comenzaba a bajar el sol de esa tarde despejada y él debía lucir como todo un “rock n’ roll star”.
Noel, entró para comer un poco junto con su otro hermano y su madre, Liam daba algunos paseos por la cocina para comer cualquier cosa, peinaba su cabello y mientras lo hacía cantaba.
-Ojalá se emocionara igual para buscar un empleo de verdad- comentó su madre, los otros dos hermanos se rieron.
-Déjalo, estoy seguro que pronto se le pasará, tal y como otras tantas “pasiones”- contestó Noel, quien veía en su hermano mucha determinación en esta nueva faceta, lo cual llamó su atención y decidió que iría a ese maldito bar. Pero no iría con Liam, él llegaría después porque “no le interesaba tanto”.

Frida:

Eran las nueve en punto de la noche, Sofía bajó y yo ya estaba sentada en la banca del jardín, preguntó si todo estaba bien a lo que contesté positivamente, me dijo que estaba lista y contesté que yo también; cenamos en casa y por estar platicando y retocándonos el peinado o maquillaje, además de tomarnos “selfies” se nos hizo tarde y tuvimos que pedir un taxi. Nadie imaginaba que esa noche sería tan reveladora, eterna y explosiva. A mitad de camino bajamos porque Sofía no llevaba sus amados cigarrillos, insistiendo en que bajáramos a comprar una cajetilla en una de esas tiendas de autoservicio.
Como era una avenida grande, el taxista nos dejó en la acera contraria y esperábamos a cruzar, notando que esa parte de la avenida estaba muy oscura ya que parecía fallar la iluminación.
-O sea que nuestros impuestos se los meten por el arco del triunfo...- comenté mientras miraba la hilera de faros descompuestos.
-Y criticamos al tercer mundo...-respondió Sofía. Pronto cruzamos y seguíamos caminando sin prestar atención en algo más. Después de avanzar algunas calles nos ubicamos en una avenida que nos era muy familiar, pues era la vía alternativa que tomábamos de la escuela a la casa y cruzaba con otra avenida que caminábamos cuando volvíamos del estadio.
-Mañana juega el City ¿por qué no vamos? No tendremos nada que hacer.
-Parece una buena idea, deberías comprar los boletos en línea.
-Tienes razón ¿el lugar de siempre?
-¡Claro!- Yo iba metida en mi asunto con la reservación de los lugares en mi celular y Sofía iba paveando, jamás notamos que un par de tipos nos seguían hasta que guardé mi móvil y escuchamos unas risas detrás de nosotras.
Ambas volteamos y descubrimos que estaban cada vez más cerca esos bravucones, cuyas intenciones parecían bastante malas.
-No les dejes ver que tienes miedo- susurró Sofía y yo intenté guardar la calma.
-¿Qué hacemos?
-Sólo caminemos más rápido y entremos a la tienda.- sugirió y así lo hicimos. Al entrar nos hicimos las mensas fingiendo buscar algo para comer sólo para ganar tiempo, compramos los cigarrillos y ambas fisgoneamos por los grandes cristales para cerciorarnos de que ya no había nadie afuera y salimos.
Caminamos cuando mucho cinco pasos cuando a Sofía la tomó uno de ellos del brazo.
-Qué ingenua eres, preciosa- dijo burlón, apretando el rostro de mi hermana con su asquerosa mano al mismo tiempo que intentaba besarla.
-¡Suéltame maldito pervertido!- gritó mi hermana para retirarlo de un fuerte empujón, me acerqué pronto y el tipo comenzó a reír. Intentó acercarse de nuevo.
-Necesitas más que eso, muñeca- Y se acercó.
-Y lo tendrás…- entonces todo pareció alentarse cuando Sofía, después de tantos años y juramentos, rompió su propia regla de “no más caos”, para defenderse: le propinó un fuerte puñetazo en la cara al tipo. Ambas nos asombramos al ver al tipo sangrando, además de ver a Sofía en acción, con ese puño de campeona que tenía y que hacía bastantes años no usaba.
-¡Maldita perra!- salió de pronto el amigo del tipo y entendimos que pretendían hacer una especie de emboscada con nosotras. El sujeto se acercaba furioso, listo para actuar pero mi primer impulso fue usar lo que tenía a la mano: mi bolso. Le pegué con fuerza y el tipo aulló de dolor, pensé que no era para tanto hasta que recordé que dentro iba mi cámara.
-¡Ay no!- grité abriendo mi bolso para cerciorarme de que no se hubiera roto tal y como la nariz del tipo.
-¿Qué demonios haces? ¡Corre!- Sofía me tomó de la mano y ambas corrimos aprovechando la desventaja de los acosadores, sin embargo ellos, pese a sus tropezones, nos seguían. Corrimos más rápido y doblamos en la primera esquina que tuvimos a la vista, pronto logramos ubicarnos y entramos por un breve pasillo que dividía a un vecindario de otro; los escuchábamos aún atrás de nosotras pero no muy cerca.
-¡¿Por qué te detienes?!- le grité a Sofía.
-Se me torció el tobillo- dijo con una mueca de dolor. Ambas al estar en medio de la gran avenida notamos que estábamos cerca de la casa abandonada donde siempre nos ocultábamos, lo que quería decir que nos acercábamos a nuestra antigua escuela.
Corrimos de nuevo y al escuchar a los tipos más cerca, nos detuvimos frente a la barda del sitio abandonado, rodeamos la casa y sorprendentemente ¡estaba deshabitada!. Sin pensar dos veces saltamos la barda y entramos, nos agachamos y esperamos un rato. Escuchamos pasos que parecían correr y sabíamos que eran ellos, decidiendo así que esperaríamos el tiempo suficiente para perderlos ahora sí y poder salir.
Ambas estábamos con la respiración agitada, encendí la linterna de mi celular y alumbré un poco la habitación en donde estábamos, parecía haber sido deshabitada, nuevamente, hace no mucho.
-Creo que no hay ratas o rastros de sacrificios satánicos.- dije aún un poco agitada.
-¿Eres imbécil?-Preguntó Sofía, ambas nos quedamos en silencio y después comenzamos a reír. Me acerqué para ver su tobillo y parecía estar mejor.
-Fue increíble verte noquear a ese tipo- dije emocionada y ella sonrió
-Me juré no hacerlo de nuevo…
-Era eso o morías- contesté
-Me sentí muy bien al hacerlo se lo merecía.
-Extrañaba tanto esta adrenalina de llegar corriendo a este lugar y saltar la barda… lástima que haya sido por esa situación y no por un conflicto preparatoriano.- ambas reímos.
-Tienes razón, fue como recibir una descarga eléctrica.-contestó. De pronto un par de voces nos dejaron mudas, escuchábamos cuchicheos en el patio de la casa, nos miramos y caminamos con extrema cautela a la habitación que daba hacia ese lugar esperando, que no fueran los tipos.
Nos agachamos e intentamos no hacer ruido, bajamos el volumen de nuestros teléfonos y pronto las voces se hicieron más claras.
-¡Qué no! Ya te dije que no, ni siquiera estoy de buenas contigo- Afortunadamente, era la voz de una chica, aunque también era extraño.
-Vamos… Alexa, ya pedí perdón por lo de tu cumpleaños ¿Qué más quieres de mí? Nunca tenemos tantas oportunidades así a solas…
-Lamento arruinar tu única oportunidad.- respondió ella causándonos un poco de risa a mi hermana y a mí, al parecer sólo se trataba de una pareja discutiendo.
-Alexa…
-¡Basta Turner! Ten dignidad- escuchamos los tacones de la chica alejarse del sitio. -Y no pienses seguirme- sentenció.
-Pero…- pronto los pasos se escucharon más lejos, Sofía y yo reímos bajo y pronto salimos de la casa, cuando en medio del patio vimos una figura masculina viendo en dirección contraria, al parecer era el chico.
-¿Te podemos ayudar?- preguntó Sofía y el chico se asustó, al mirarlo bien ambas nos detuvimos de golpe: era un chico al parecer menor que nosotras por algunos años, tenía peinado sesentero de cebolla y vestía “mod”.
-Lo lamento, yo… yo pensé que la casa estaba abandonada- decía él aún con miedo en sus palabras. Tenía buena voz y un atractivo peculiar pues no podría decirse que fuese guapo, pero tampoco feo. Las dos nos miramos teniendo una misma respuesta en nuestra mirada: el chico era lindo.
-¿Y ese es motivo suficiente para que perturbes un hogar con tus arrebatos hormonales?-pregunté burlona pero él lucía preocupado.
-No, no, yo…
-Frida, basta. ¿Estás perdido, amiguito?- continuó mi hermana, burlándose del chico.
-¿Amiguito? No soy tan chico como creen…
-No, para nada…
-Qué torpes somos- continuábamos.
-¿Cómo te llamas?- preguntó Sofía.
-Alex. Alex Turner… ¿Son dueñas de esta casa?
-No- contestamos al unísono y orgullosas de haberlo asustado. Él hizo una cara de enfado.
-¿Por qué me hacen esto? No es gracioso…
-De hecho lo es- dije -¿Ella era tu novia?
-Sí, Alexa. Pero está molesta y ahora me ha dejado aquí.
-Alex y Alexa… qué romántico- dijo Sofía y ambas reímos.
-Bueno ya, no soy su bufón, ni siquiera las conozco.- respondió enojado.
-Eso se soluciona fácil: Soy Frida y ella es mi hermana Sofía…
-Nos conocen más como las hermanas Padmore-Agregó ella.
-Oh… mucho gusto chicas. Amm… ¿Ustedes podrían ayudarme a encontrar esta dirección? No soy de aquí, de Manchester.- Nos mostró una pequeña nota, nos acercamos y descubrimos que la dirección era la misma a la que nos dirigíamos: el “Boardwalk bar”.
-Claro que podemos ayudarte, vamos- respondió Sofía y caminé junto con ella.
-Se supone que debes caminar con nosotras- le dije al verlo estático.
-¿Me llevarán?- preguntó asombrado.
-Podría decirse... resulta querido amigo, que nosotras nos dirigíamos precisamente a ese lugar, por lo tanto creo que nos podemos acompañar.- respondió mi hermana.
-Genial, jamás creí que las chicas de Manchester fueran tan amables.
-Y no sabes cuánto…- me reí y mi hermana también, ya que sólo ayudábamos a Alex porque nos pareció lindo y tierno. Así comenzamos a caminar una a cada extremo suyo. Mientras lo hacíamos, Alex nos contaba que estaba vacacionando en Manchester porque su abuela materna vivía ahí desde hacía un par de años, él era de Sheffield y sus amigos habían llegado días antes a la ciudad para pasar los días con él, pues aseguraba que eran inseparables. La cosa con Alexa era similar, querían vacacionar juntos, ella conocía bien la ciudad, pero debido al enojo que ella tenía con él, el asunto había terminado con Alex caminando con nosotras: dos chicas mancunianas queriendo ligar con él.
Al llegar al bar notamos que aún había varios lugares disponibles y que la banda a la que veríamos aún no había subido. Alex durante todo el caminos nos contaba, casi en éxtasis, la manera tan “genial” en que la banda “The rain” tocaba, él era un gran seguidor. También nos contó que tenía una banda, la cual formó junto con sus amigos y que se hacían llamar los “Arctic Monkeys”, de hecho se encontraría con ellos en ese bar.
Nos comentó que podíamos compartir mesa con ellos, pero mi intención era tener un buen lugar en el bar y no sabía si sus amigos habían conseguido algo bueno, aunando el hecho de que perdimos tiempo salvando nuestras vidas, para posteriormente tontear en una de esas cabinas de fotos instantáneas y pelearnos por las fotos que queríamos de nosotros. Al estar frente a la puerta del lugar y a punto de entrar, noté que  en la pizarra donde anunciaban a las bandas se leía: “Esta noche, la banda favorita del bar: The Rain OASIS”.



Estamos a un jodido mes, mes y medio de que termine el 2018 y yo sigo sin superar esta preciosa pareja de Alex y Alexa ): 
Espero que el capítulo haya sido bueno para usted Miss Roquet. Como me encanta hacerla de jamón, dividí el capítulo que de por sí fue extenso, sólo para dejarte con la intriga jajaja.
A ver si el capítulo aliviana tu domingo y tu gripa xD

Comentarios

  1. Jajajajajajajajaja pinshi ojete yo ya quería saber del encuentro de los Gallagher con las Padmore 😢. Me encanta que Noel sea un "lisiado" y "patata" porque me valdría madres igual le daba a ese pinche uniceja sabroso ex dientes culeros (habla la que ya se le encarnaron los brackets jajajajajaja ay qué triste) pinche Liam grosero, él está retrasado y nadie le dice nada.

    No mames, yo tampoco supero a Alex y Alexa y tú sabes que jamás podremos pasar la página de esos dos 💔💔💔💔😢😢😢😢 pero bueno si Alex está solito pues tampoco le diría que no 😂😂😂😂😂 ojalá las hermanas le den una rastriza (you know what I mean) para que se le quite lo taimado. Gracias por actualizar, preciso y entretenido como siempre 👌🏽😍

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