Capítulo #26

Sofía y yo no cabíamos de la emoción; gritamos, saltamos, nos abrazamos y lo mejor de todo era estar en primera fila y poder clavar nuestras miradas dilatadas en ese par de leyendas musicales.

De esta forma cerraría su concierto, cantando “In a Broken Dream”, una de sus canciones más explosivas y emotivas en la cual Dave y Jonesy habían colaborado en el ’92.

Para mi grandiosa suerte, David se colocó a un lado izquierdo de Rod, dejándolo justo frente a mi lugar, lo cual hizo reír a carcajadas a mi hermana pues sabía de mi completa admiración y amor por el guitarrista.

La canción comenzó y todo el teatro rugió, para después hacerse uno mismo en un coro que asombraría al mismo Rod y emocionaría a sus amigos en el escenario. Sofía y yo cantamos la letra con toda la pasión posible y encendimos nuestros encendedores para hacer la típico iluminación del público en los conciertos, cosa que sería imitada por nuestros vecinos de asiento hasta lograr que todos en el teatro tuvieran una luz en sus manos.

Rod nos hizo una seña de aprobación por la idea y sabíamos que podíamos morir en paz ahora.

El concierto llegó a su fin dejándonos felices, emocionados y un poco tristes, ya que era el sentimiento recurrente después de cada concierto, el saber que el momento mágico había terminado. Sin embargo, Sofía y yo ganamos un “Meet & Greet” por la idea de las luces y fue el propio Rod, quien nos solicitó para darnos las gracias personalmente.

Al acercarnos a su lugar del backstage divisamos a John Paul Jones y Davi Gilmour, quienes platicaban y bromeaban amenamente y Rod estaba de espaldas; para ese punto yo estaba hiperventilando.

Todo ocurrió muy rápido, nos saludó entusiasmado, nos dio un beso y un abrazo y nos agradeció el gesto; pronto nos presento con los otros dos músicos y fue cuando mi corazón se detuvo, pues no todos los días estrechas manos con un Zeppelin o un Floyd.

Ambas nos sentíamos en el cielo aunque un poco torpes y cohibidas, pero afortunadamente todo salió bien en el intercambio de palabras. Pudimos tomarnos fotos con ellos y nos firmaron el álbum que nos regaló Rod; Sofía no podía dejar de ser cruel y entre bromas delató mi pasión desbordada por Gilmour haciendo reír a todos, menos a mí, pues estaba más ocupada ocultando mi sonrojo.

David me agradeció por considerarlo un héroe de la música y personalmente se fotografió conmigo y firmó detrás de la hora del “set list” de Rod, un autógrafo y unas palabras dedicadas a mí. En tanto Jonesy nos motivó a seguir entusiasmadas con la música y le dio consejos a mi hermana sobre los instrumentos de cuerda más recomendables de tocar.

Rod halagó la belleza de mi hermana y Jones le comentó que ya estaba viejo para intentar una movida, todos reímos y Stewart se movió del lado de Sofía para tomar una cerveza; por último, Gilmour no se quedó con las ganas de mencionar mi “peculiar y cierto parecido con Björk”. Mi hermana rió tan fuerte que me dieron ganas de golpearla y yo pensaba en insultar a David por ciego e inoportuno.

Pronto nos retiramos del lugar  y como no seríamos nosotras si no lo hacíamos, una vez afuera del recinto gritamos fuerte, tan fuerte como pudiéramos para sacar toda la euforia reprimida.

Al ir caminando veíamos las polaroid que nos tomamos y yo casi lloraba de emoción al ver mi foto con esas leyendas de la música, especialmente con David; tiempo después me enteraría que había existido un vínculo entre él y mi familia y aquello me tendría con la cabeza a reventar.

Ese día había sido jodidamente especial a inolvidable, no contenía mi emoción al contarles a mis padres lo que había sucedido y seguramente se sintieron de nuevo con una adolescente.

Sofía:

Habían pasado ya dos semanas desde la útlima vez que vi a los Gallagher y a Damon respectivamente; los primeros andaban en una fructífera gira por los lugares aledaños de Manchester y Damon parecía haber sido tragado por la tierra. Pese a sentirme más segura de mis sentimientos por Noel y por Damon, aún existía cierta duda que no me dejaba en paz, pero no podía contárselo a Frida porque sabía que no me daría una opinión objetiva.

Durante esos días teníamos en puerta dos motivos de celebración: el galardón académico de Frida y nuestra exitosa mudanza a los departamentos que ella eligió para nosotras.

Viajamos a Cambridge para el evento de mi hermana y todos vestíamos de gala, incluso nuestras dos tías estaban ahí.

Me disculpo por subir un capítulo tan corto, pero era esto o nada jajaja. Se aproximan los capítulos relleno jajajaja. Espero que al menos te haya gustado aunque sea un poco y no haya sido una pérdida de tiempo. Prometo ponerme las pilas again para darte capítulos interesantes.