Capítulo #28






Sofía llegó a las diez de la mañana a Cambridge, al entrar a mi departamento ella comenzó a observarlo con detenimiento, desde la entrada, la sala/comedor, la cocina, los baños, hasta llegar a las habitaciones; ella compartiría cuarto conmigo, pusimos sus cosas en el pequeño closet que estaba en mi habitación y le comenté que tenía un Sofá cama que podía usar, a lo que ella contestó “un anfitrión nunca hace eso con sus invitados”, yo en respuesta, puse los ojos en blanco y le dije que podía dormir en mi cama.

Juntas arreglamos el cuarto donde dormirían nuestros padres, al terminar le pedí que me acompañara a casa de Mila, pues ella tenía mi vestido para la ceremonia de premiación ya que yo, al viajar a Manchester, me había desatendido de ese asunto. Mila me había comentado que había optado por vestidos largos.
Cuando llegamos a su casa, la presenté con mi hermana quien estaba muy seria, quizá porque se sentía un poco incómoda con las personas que apenas conocía, ella era un poco como… Noel, ya que él se quedaba serio y se limitaba a escuchar la conversación cuando no conocía a la otra persona.
Mila nos mostró los vestidos: ella eligió uno completamente oscuro en tubo y un escote “V” en la espalda; para mí eligió también un vestido largo con corte imperio, era un modelo bicolor (superior crema, inferior negro) con cinturón y una apertura frontal en la falda del vestido. Ambas llevaríamos zapatillas tipo sandalia en distintos acabados pero ambos pares en negro. Intercambiamos un par de palabras más y salimos de su casa. Curiosamente a mitad de la acera nos encontramos a Fergus y Garrett, mis amigos; nos saludamos y al igual que Mila, dirigían sus miradas de mi hermana a mí, sabía la razón pero me hacía la tonta; de pronto miraron con insistencia a mi hermana, por lo cual los presenté.
Ambos fueron excesivamente amables con mi hermana por evidentes razones, era una chica guapa que llamó demasiado su atención. Después de hacerla reír un poco con sus torpezas, nos despedimos y le dije a mi hermana que fuéramos a comer.
Terminamos en una de mis pizzerías favoritas, donde nos entretuvimos intercambiando comentarios sobre mis amigos, mi vestido y sobre lo mucho que se parecían nuestros gustos en vestidos. Hablamos un poco sobre mis días en esa ciudad y después fuimos al departamento para dejar mi vestido y comunicarnos con nuestros padres.

Ella me contó que un día antes había ido a visitar a Peggy a su casa y que pasó toda la tarde con los Gallagher, por lo que comentaba, supe que ella y Noel definitivamente iban mejorando más y más, lo cual era estupendo, eso significaba que ella no le haría ningún desplante a Noel después de su encuentro.
También me intrigó diciéndome que al volver me daría una sorpresa y que esta vez nuestras tías favoritas nos acompañarían; lo último dentro de la conversación fue saber por su propia boca que platicó largo y tendido con Liam sobre muchas cosas y me sorprendió saber que realmente estaba preocupado por su futuro y que era genuino el interés y pasión que impregnaba a la banda.

Otras cosas que rondaban en su mente eran el estado de salud de su madre, su deseo por darle una vida más llevadera y finalmente yo. Según Sofía fui el tema de conversación que lo tuvo más confundido, al fin aceptó que sus sentimientos por mí estaban tan vivos como en nuestra etapa preparatoriana, pero que le apenaba un poco el hecho de verme cambiar o verme crecer, porque ahora era diferente y él se sentía igual y un poco ignorante.

-¿Un poco?
-No seas grosera
-Hasta tú lo sabes
-Bueno pero no lo digo así
-¿Y qué quieres que haga?
-¿Qué sientes tú?
-Sofía creo que es muy evidente que mis sentimientos no han cambiado mucho...
-¿Mucho?
-Sólo soy más precavida, ya sabes cómo es Liam, siempre sale con sorpresas de mal gusto, no puedo estar supeditada a eso.
-Creo que tienes razón. Espero que no te moleste, pero le di tu número de celular, le dije que si en verdad lo desea, debería llamarte o mensajearte.
-No me molesta, pero no creo que lo haga...
-¿Por qué?
-Porque es Liam
-Démosle el beneficio de la duda.
-De acuerdo. En otros asuntos ¿Noel y tú...?
-Ya te dije que hay
-Eso significa que aún no han pensado en...
-¿Retomar nuestra relación? No, es muy pronto para eso.
-El tiempo pasa rápido Sofía, uno no sabe qué pueda pasar mañana
-No quieras darme consejitos cuando tú estás igual...
-De acuerdo, pero por favor, inténtalo, sólo así sabrán si han tenido suficiente y pueden ser amigos o si realmente desean estar juntos de nuevo. ¡Ya apúrate!- le grité y ella sólo rió.
-Lo haré cuando tú también lo hagas, ahora vamos a dormir.

Al final el cansancio nos venció y pudimos dormir, tan profundamente, que no notamos cuando llegaron nuestros padres.
Y el bendito día había llegado.
Al medio día sería la ceremonia de premiación y en la noche sería la cena que planeamos con nuestras tías.
Para la ceremonia debíamos llevar traje sastre, toda la familia aprovechó la mañana para arreglarse, a mi hermana y a mí nos dio por usar atuendos con estilo “mod” que se adecuaran a la ocasión; el vestido que Mila había comprado lo usaría para mi cena familiar.

Cuando al fin estuvimos listos, salimos con rumbo a mi escuela, sería en uno de sus grandes patios que se llevaría a cabo la ceremonia.
Desde la entrada la escuela estaba adornada, tenía servicio de Valet Parking y personal que guiaba a los invitados hasta sus lugares; en los arreglos encontrabas las típicas flores,;los asientos de los graduados ya estaban acomodadas, me separé de mi familia y caminé hacia el estudiantado cuando un mano me detuvo.

-¡Petit!- gritó Mila, apretándome con su mano para que los viera, la saludé y me uní a mis amigos; todos nos sentíamos especialmente ridículos con esos atuendos pero era lo que menos importaba, en aquel día sentíamos que brillábamos como si fuésemos la revelación brillante del año.

El grupo de Bill fue de los primeros en pasar y al verlo de lejos me sentí extraña porque era como recordar los días en la escuela en la que aprovechábamos todos los espacios libres que entre nuestras clases se daban para poder vernos.
Pude darme cuenta de que sus padres estaban ahí, eran bastante sobrios y eran acompañados por dos de sus hermanos mayores; yo ya conocía a Alexander a quien consideraba el más apuesto de todos y quien no tenía mucho parecido con Bill.
Nuestro turno se acercaba y comenzamos a formarnos, Garrett y Fergus iban formados adelante y casi hasta el final estábamos Mila y yo por nuestros apellidos, así que tendríamos que gritar muy fuerte para que escucharan nuestra faramalla parecida a la de los hinchas de todo equipo de fútbol.
Al fin mi grupo comenzó a pasar, después de los de artes plásticas y escénicas, nosotros, los museógrafos, éramos los más raros; todos portando un peinado peculiar. Y justo al ir avanzando para subir a recibir mi premio comencé a sentirme como el único individuo en aquel campo abierto y, por si fuera poco, distintos recuerdos se presentaron junto con ciertos deseos.
No sólo pensaba en Liam e incluso en Noel y en lo interesante que habría sido verlos de pronto por ahí, después de todo habíamos retomado nuestra amistad y no era una idea descabellada. También pensaba que hacía falta una de las personas más importantes de mi vida: Connie. Esperaba tenerla ahí, sentada en las gradas junto a mis padres y Sofía, viéndome lograr un objetivo más, que ésta, su adorada “Choco”, le estaba dando un motivo de satisfacción, pero no fue así, Connie ya no estaba y yo caminaba hacia el estrado con un gran vacío en mi corazón.

-¡Frida Padmore!-se escuchó fuerte en el micrófono, desperté de mi letargo y escuché a mucha gente gritar; a Mila, a Garret y a Fergus. Recibí mi premio, estreché esas manos docentes y cuando miré hacia las gradas para ver a mis papás, me encontré con Sofía siendo siempre mi compañera de vida y no podía estar más agradecida con ella.

En ese preciso instante en que el director estrechaba mi mano y yo miraba a mi familia supe que los tiempos de las faldas cortas, los conflictos y las gomas de mascar, habían terminado... al menos así lo pensaba después de recibir la noticia de Devendra sobre mi postulación en París.
Antes de bajar suspiré y observé el campo y casi en una escena surrealista donde el presente y el pasado chocan, casi pude visualizarnos a mí y a mi hermana, con nuestros uniformes preparatorianos, parada una junto a la otra con ese gesto rudo y malcriado, con el cabello teñido de negro de Sofía y mi peinado desvanecido, desapareciendo poco a poco. Bajé odiándome por pensar en cosas tan nostálgicas en ese momento.

Al finalizar el evento me reuní con mis compañeros para felicitarlos una vez más y despedirme de ellos.

Finalmente fuimos a cambiarnos para la cena que tendríamos en familia y descubrí que en mi teléfono tenía varias llamadas perdidas de un número desconocido, pero no le di mucha importancia.
Así para las ocho, ya nos encontrábamos en un exclusivo lugar de Cambridge donde mi padre hizo la reservación, cuya vista de la ciudad era impresionante.
Nuestras tías Sofía y María estaban ahí, sonrientes y felices de vernos, pues llevábamos varios años sin frecuentarnos, sólo manteníamos cierta comunicación a distancia ya que siempre estaban viajando y haciendo mil cosas.
Ambas lucían guapas y elegantes como únicamente podían verse, ambas  siendo unas adultas con ese aspecto que indica que en su juventud fueron muy guapas; ellas me felicitaron y me dieron un regalo cada una.

-Espero que te guste- dijo la tía Sofía muy sonriente esperando a verme abrir el regalo. Al hacerlo descubrí que estaba el disco “RAM” de Paul, mi favorito y no sólo eso, sino autografiado por él mismo.
Grité de la emoción y ella comenzó a reír.
-Estamos en un lugar público- se quejó Sofía.
-Gracias tía, agradece a Paul de mi parte por favor
-A él le habría encantado estar aquí, las aprecia mucho pues tiene buenas memorias...
-Habría sido genial tenerlo aquí... Pero con esto me conformo, es hermoso.- sonreí ampliamente.
-Yo tengo algo para ti también- La tía María sacó una caja más grande en color blanco y sólo tenía una tarjeta colgando a manera de etiqueta, la cual decía “With love from me to you”. Intrigada al ver la caligrafía familiar, pero ajena a los que estábamos en ese lugar reunidos, abrí la caja para descubrir un pequeño ukelele en color miel, pero no sólo eso: estaba firmado en la parte inferior por nada más ni nada menos que ¡George Harrison!.
-Oh por dios...- empalidecí mientras nuestras tías se miraban con complicidad.
-¿Qué te pasa? Déjame ve...-Sofía se quedó callada al ver el autógrafo. -¡¿QUÉ?!
-¡No puedo creerlo!- grité -¡Gracias! Gracias, gracias, gracias...-corrí hacia mi tía y la abracé fuertemente.
-En ese sobre hay un regalo que más, pero debes abrirlo cuando estés en casa, es un sorpresa que amerita un poco de privacidad.
-Pero cómo es que...
-Esperaba dártelo en una ocasión especial, tal vez tu boda o tu graduación, pero como no te veo intenciones de casarte y me perdí tu ceremonia, decidía que hoy era el día indicado- respondió mi tía bastante sonriente.

Mi emoción se debía a que ella nunca me había regalado nada de George, quizá porque estaba esperando a verme crecer y, sabiendo que sería más cuidadosa con las cosas, me dio este gran regalo.
Era muy extraño y curioso tener ese amor en común.



JIJI
Ya no daré el sermón de disculpas que doy siempre; entre el trabajo mierdero que tengo y Julián usando 24/7 la compu, no veo oportunidad de escribir nada :c 
creo que volveré a escribir desde el celular para ya finalizar este error de historia jajaja.
Espero que te haya gustado aunque sea un poco este capítulo de chocolate jajaja

Comentarios

  1. NOOOOO MAMEEES las tías más cool y chingonas que alguien podría tener 👌🏽 yo también quiero esos regalos 😭😭😭😭. Me dio mucha nostalgia la narrativa de Frida justo en el momento que miraba el campo recordando todo; y hablando de Frida, pinche culera jajajajaja la hermana le está diciendo que le dio su número a Liam y no se le occurre que esos números desconocidos son probablemente de él... Pobre Pendejo 😂😂😂😂

    Ya después de tanta tensión y estrés por el examen, la fiesta de mi hermana y esconder mi obesidad momentáneamente puedo leer y comentarte como debe ser. Gracias por subir "aunque sea de chocolate" como tú lo llamas jajajajaja.

    Pd. Si redacté mal algo o aparecen palabras raras recuerda que es porque traigo estas uñas de putona que me limitan un chingo jajajajaja.

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